viernes, 23 de octubre de 2015

Los Monstruos mas Mierdas de los Videojuegos Vol 5

En la guerra todo ejercito necesita soldados rasos. Una ingente cantidad de bichos cuyo único fin es morir para retrasar al enemigo lo máximo posible. Bowser sabia muy bien esto cuando convenció a los pacíficos Goomba de unirse a sus huestes malignas para hacerse rey del Reino Champiñon. Aunque ya es rey de los Koopa, supongo que la ambición no tiene limites ni siquiera para los engendros de la naturaleza.
Los goomba llevan ya 30 años con nosotros y aun no sabemos seguro que cojones son. Al ser habitantes del Reino Champiñon cabe pensar que son setas u hongos. Los colores marrones y la ausencia de manos es lo que nos lleva a pensar, pero entonces ves que tiene colmillos, colmillos os digo, ¿para que cojones los quiere un bicho que no es carnívoro? A no ser que se haya experimentado genéticamente con ellos y su objetivo real sea comerse a los hermanos Mario y a todos esos Toad adorados por la princesa Peach, dios mio todo encaja ahora.
Realmente como enemigos valen muy poco, andan de lado a lado, no saltan, se caen por precipicios, no lanzan nada, ni siquiera merece la pena el pisarlos porque es una puta perdida de tiempo. La única conclusión lógica es que estos bichos quieren palmar, están todos asegurados por Seguros Koopa, así con cada muerte un bebe Goomba puede salir adelante, sin padres, pero con un brillante futuro en el ejercito del Rey Bowser o el malo de turno.
Como todo buen mierdecilla, tiene sus variaciones todas ellas inútiles totalmente. Los ParaGoombas que les ha salido alas (cacas voladoras), los MegaGoombas (mierdas gigantes), Goombas de oro (zurullos dorados). Y así podíamos tirarnos la vida entera, por que estos hijo putas son tan adaptables, que si su tendencia normal no fuese la de correr hacia el enemigo como putos locos podrían conquistar el mundo. Son como los chinos, ostia puta, para Nintendo (empresa japonesa) los Goombas son sus chinos, los Nintendos son malignos hijos de Satan que pervierten a nuestros niños, cabrones de mierda.
30 años de mierda bien merecían una entrada, así que ignoremosles a ver si en los 30 siguientes se ponerse un poquito las pilas porque manda narices.

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